Un ángel, un velador y lámina antiguos, y Flor de la Pluma.

Tomé el ángel que tengo hace mucho tiempo y que ha estado en diferentes rincones de la casa,  lo colgué en  la entrada principal y le hice una coronita de flores de género (las flores no las hice yo). Una idea que le vi a una amiga y me encantó.

El velador lo estuve raspando - bueno... yo no, mi maestro -   hasta sacarle todo el barniz oscuro y luego lijarlo prolijamente.  Lo vendí el mismo día que lo compré pero estaba pendiente el trabajo, ahora falta decidir el nuevo barniz que llevará.  Yo lo hubiese pintado blanco o turquesa pero ellos lo quieren con la madera un poco más clara de lo que estaba.

Esta lámina está tal cual la encontré, aún me falta  sacarla del marco para limpiarla y renovar los materiales.

Esoy participando en Transformation Thursdays  de Gina.  Es muy entretenido visitarlo y ver qué han encontrado y restaurado o transformado en otras partes del mundo.

Y luego me entusiasmé haciendo unas fotos con el pequeño arreglo con Flor de la Pluma que hice para mostrar el velador.  Hacer fotos con arreglos florales es lo que más me gusta!!  

Los frascos de botica los tengo hace muchos años, algunos se quebraron con el terremoto de Febrero, aún tienen los químicos originales en su interior (porque nunca pude sacarles las tapas y no quise forzarlos).

Amo el mundo de los blogs, agradezco conocer a las mujeres y hombres que comparten el amor por la casa, el jardín, el arte y artesanía, las manualidades, la música, la poesía, la espiritualidad y las creaciones en sus diferentes manifestaciones .  Amo y admiro a todas las mujeres y hombres que a través de este medio abren una ventana a sus mundos interiores, a sus alegrías y tristezas, sus éxitos y fracasos, sus dolorosas pérdidas y su caminar hacia la recuperación, bienestar y alegría de vivir.  Amo a las amigas que he conocido por este medio y a las que conoceré.  Agradezco los mensajes anónimos de personas que también disfrutan de este mundo y que ojalá abran pronto sus propios blogs.  Siento la fuerza y certidumbre del poder de la oración colectiva, una fuerza tremenda que en conjunto hemos podido palpar y hacer Verdad cada vez que alguien está en necesidad.  Amo este mundo porque nos conecta, nos comunica, nos acerca, porque no hay quien pueda sentirse solo, separado.  Lo amo porque estamos en comunión, en unidad...